Una de las
maloclusiones más complejas de diagnosticar y de tratar es la maloclusión clase
III. Se caracteriza por una alteración en la relación sagital de los maxilares,
ya sea por una deficiencia o retrusión maxilar o por un prognatismo o
macrognatismo mandibular, o bien sea una combinación de las anteriores. La
etiología es multifactorial y es debida a una interacción de factores
hereditarios y ambientales.
Se presenta una
paciente de 4 años de edad, sexo femenino, con patrón hereditario de clase III
en su familia materna. Relación esquelética clase III con mandíbula aumentada
en longitud, protruida, rotando posterior y maxilar superior retruído. Tipo de
crecimiento vertical, con un perfil recto y mordida cruzada anterior y
posterior unilateral izquierda.
Se instauró
tratamiento con aparatología ortopédica durante el periodo de dentición decidua
hasta la dentición permanente, para lograr así, equilibrar el crecimiento
maxilomandibular. Uno de los aspectos clínicos más complicados del manejo
ortopédico de la maloclusión clase III es la recidiva después del período de
tratamiento activo; sin embargo en nuestra paciente se consiguen cambios a
nivel esquelético, dental y estéticos que se mantuvieron durante el
tratamiento.
Fases del tratamiento
- Fase I: 4
años: inicialmente se realiza el tratamiento preventivo, posteriormente se
descruza mordida para evitar y eliminar una limitación del crecimiento
normal del maxilar, se corrige overjet negativo por un overjet de 2 mm.
Esto se logra con la instalación de Adams Porter y plano inclinado
anterior, 4 meses después se instala mentonera vertical para control de
rotación posterior mandibular.
- Fase II: 6
años: se realiza una reevaluación 2 años después, donde se encuentra un
maxilar hipoplasico, la mandíbula continúa aumentada en longitud y rotando
posterior; en este momento se decide instalar máscara facial con tornillo
Hyrax. Se inicia con una activación del tornillo 1/4 de vuelta diario por
8 días, posteriormente se instala máscara facial de protracción con uso
diario de 14 horas y elásticos a 30º con respecto al plano oclusal, la
cual fue utilizada por 2 años.
- Fase III:
8 años (figura 3): continua con un overjet de 2 mm entre 11 y 41, relación
intermaxilar esquelética clase I con maxilar superior hipoplasico y
protruido, mandíbula de buen tamaño, bien posicionada y rotando posterior.
Se instala Klammt I para continuar retención del crecimiento, alineación
de arcos y malposiciones dentarias.
- Fase IV: 10 años: 2 años después se observan 13 y 23 con riesgo de impactación, ysin espacio para su erupción, se decide instalar péndulo para distalizar molares y paralelamente se realizó tracción ortodontica de caninos. En el arco inferior se inicia guía de erupción y se instala arco lingual. Cuando se logra la distalización necesaria, y una posición vertical de caninos, se instala botón palatino como retención
- Conclusiones
· Los cambios ortopédicos de los pacientes con maloclusión Clase III tratados versus el crecimiento natural de los controles clase III no tratados, concluyen y confi que las intervenciones ortopédicas son eficaces y efectivas.· El tratamiento temprano con fuerzas ortopédicas para avanzar el maxilar superior podría en algunos casos, reducir por completo la necesidad de intervención quirúrgica posterior.· Los pacientes que reciben tratamiento ortopédico temprano tendrían una expectativa razonable de mejora de la autoestima, con estabilidad duradera, mientras que otros podrían ser tratados más tarde por una combinación de un tratamiento de ortodoncia y cirugía ortognática.- Conclusiones
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